Archivo de 12 de julio de 2010

EL PESCADO DE MADERA

Hace una semana que no tengo novedades de Patty, desde aquella ESCENA DE HOTEL donde conocí a Bárbara, a quien volví a ver hoy pero con quien sorpresivamente no mantuve relaciones: luego de una primera cita tan caliente necesitábamos hablar, conocernos.

Bárbara es muy simpática, desde que la pasé a buscar por su casa un rato antes de que termine mi turno supe que la pasaría bien sin la necesidad de tener sexo con ella.  Apenas nos sentamos en un bar, por Caballito, se atajó diciendo «Seguro que pensás que lo que hice el otro día lo hago seguido, pero no, es la primera vez, y lo hice más que nada para conocer a Patty», por suerte le agregó una sonrisa al final dando a entender que era un chiste mi exclusión, «¿Y lo volverías a hacer?» le retruqué algo desesperado, «Con ustedes dos sí» poniéndose colorada, nunca le aclaré que también fue mi primera vez con dos mujeres y una cámara. Ella debía levantarse muy temprano mañana así que quedamos en vernos pronto.

Recién llegado a mi casa, mientras cocinaba algo y comenzaba a empacar algunas cosas -finalmente conseguí un comprador para la casa y ya reservé un departamento por Villa Urquiza- encontré un PESCADO DE MADERA (como el de la foto) que me regaló Myriam en una de nuestras primeras salidas y decidí llamarla. No hablábamos hacía seis meses, no pude contarle nada, ni de Patty, ni de Bárbara, ni de la venta de la casa, sólo me dijo que el pescado lo habíamos comprado en LOBOS un fin de semana que pasamos juntos y que conoció a alguien, que está yendo despacio y que la disculpe porque esperaba visitas y sonó el timbre. Todavía siento cosas por ella, fueron muchos años juntos.